Uso de grupos de apoyo para afrontar el dolor
Cada uno afronta el dolor a su manera. Ya sea dolor físico o emocional, todos necesitamos nuestro propio método para afrontar los obstáculos que la vida nos presenta. Para muchos, los grupos de apoyo ofrecen un método fantástico para afrontar el dolor. Los grupos de apoyo reúnen a grupos de personas que enfrentan problemas similares. Discutir y compartir abiertamente problemas con extraños puede resultar incómodo al principio, pero el simple hecho de estar en una habitación con personas que enfrentan problemas similares puede ayudarnos a abrirnos y, además, todo lo que sucede dentro de un grupo de apoyo debe ser confidencial. Reunirse como grupo permite a las personas compartir sus propias experiencias, obtener consejos y ofrecer sus propios consejos a otros miembros. Simplemente hablar de nuestros problemas con personas en situaciones similares puede tener un poderoso efecto curativo. Si bien los grupos de apoyo pueden no ser la mejor solución para todos, a muchas personas les resulta útil buscar apoyo adicional fuera de su círculo inmediato de amigos y familiares.
Aunque nuestros amigos y familiares tienen buenas intenciones, no siempre son capaces de comprender completamente por lo que estamos pasando. Cada uno de nosotros tiene sus propios problemas, pero es más que probable que alguien más esté enfrentando un obstáculo similar o sintiendo un dolor similar. Si bien los grupos de apoyo no pueden ni deben reemplazar la atención médica, pueden complementarla y servir como un recurso valioso. Los beneficios de los grupos de apoyo son infinitos. Uno de los mayores beneficios es que los grupos de apoyo ayudan a las personas a comprender que no están solas. Los miembros de los grupos de apoyo se sienten menos solos y menos aislados, obtienen una sensación de empoderamiento y control, mejoran sus habilidades de afrontamiento y reducen la angustia, la depresión y la ansiedad. Los miembros del grupo de apoyo a menudo reciben y brindan información y consejos prácticos y realistas basados en experiencias de primera mano. Los miembros también comparten notas e ideas sobre recursos, como médicos, tratamientos médicos y opciones alternativas. La asistencia a los grupos de apoyo suele ser gratuita o pueden cobrar una tarifa nominal. Normalmente, los grupos de apoyo están patrocinados por hospitales, instituciones religiosas o agencias sin fines de lucro. También existen foros y grupos de apoyo en línea para personas que viven en áreas remotas o personas que no pueden asistir a reuniones en persona por diversas razones. Los foros y salas de chat permiten a los participantes intercambiar historias y hacer y responder preguntas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos grupos en línea no siempre son supervisados por profesionales, por lo que parte de la información presentada puede ser inexacta. Para encontrar un grupo de apoyo, comience por preguntarle a su médico, consejero u otros profesionales de la salud. A menudo, los médicos pueden derivar a los pacientes a grupos de apoyo examinados. Es posible que familiares y amigos también conozcan grupos de apoyo en su área o, si conoce a alguien con una afección similar, podrían ser de ayuda. También puede comenzar en línea o en su biblioteca local investigando grupos municipales, estatales y nacionales sobre ciertas condiciones. Muchas fundaciones nacionales tienen centros de “recursos” en su sitio web, donde puede encontrar más información y buscar grupos locales. Busque un grupo de apoyo que funcione para usted y siempre comuníquese con su médico o profesional de la salud si tiene alguna pregunta o inquietud.