Volver a hacer ejercicio después de una lesión
Si usted es una persona extremadamente atlética que está en plena forma, o alguien que simplemente hace ejercicio para no aumentar de peso, es probable que en algún momento pueda experimentar una lesión que le impida realizar su rutina de ejercicios habitual. Desafortunadamente, esto puede afectar su estado físico y hacer que sea más difícil volver a su rutina después de que su lesión haya sido tratada y curada. Si prefiere seguir haciendo ejercicio mientras se recupera, hay algunas cosas que puede hacer para evitar volver a lastimarse y quedar fuera de servicio por más tiempo. Una advertencia: debes hablar con tu médico sobre tu caso específico antes de regresar al gimnasio; su conocimiento de tu lesión y sus respuestas a tus preguntas se adaptarán a tu situación, y debes prestar atención a ese consejo ante todo. Dicho esto, aquí tienes algunos consejos para mantenerte en forma durante tu recuperación:
1. Pequeños pasos
¿Conoce el dicho: "empezar a trabajar?" NO hagas eso esta vez. Ya sea que esté levantando pesas, haciendo algo de ejercicio aeróbico o estirándose, no asuma que puede rendir al nivel que tenía antes de sufrir la lesión. Esta es una buena receta para lesionarse nuevamente o exacerbar su lesión actual. Comience en un nivel mucho más bajo para ver qué puede manejar. Al principio, tu mantra será reducir el peso, las repeticiones y la intensidad.
2. Habla con un experto
Llegados a este punto ya deberías haber hablado con tu médico, pero hay otros expertos que pueden darte consejos para volver al gimnasio. Los fisioterapeutas y preparadores físicos tienen experiencia en estas áreas. Considere hablar con uno de estos profesionales para determinar un programa de ejercicios que lo mantendrá en forma sin tener que regresar al hospital.
3. Presta especial atención a tu cuerpo
Antes de lesionarte, es posible que hayas tendido a esforzarte mucho en el gimnasio, confiando en que el dolor, el malestar o la fatiga son señales de que estás haciendo algo bien y te estás volviendo más fuerte. Sin embargo, hay una razón por la que existe el dolor: es una señal a nuestro cerebro de que algo anda mal. Después de una lesión, preste atención a los dolores que siente durante o después de un entrenamiento; si algo que podía hacer antes no le parece bien, debe detenerse por el momento. Es posible que su cuerpo necesite algo de tiempo antes de poder prepararse nuevamente para ese ejercicio en particular.
4. No escatimes en descanso y nutrición
Parte de la clave para la recuperación es brindarle a su cuerpo la recuperación que necesita. Asegúrese de descansar lo suficiente, comer bien y tomarse las cosas con calma en el área afectada.
No todas las lesiones son iguales (obviamente, una pierna rota le dificultará más que un esguince de tobillo), pero muchas lesiones no le impedirán hacer ejercicio con regularidad. La clave es prestar atención a tu cuerpo, ser un poco más suave contigo mismo, comenzar despacio y darle a tu cuerpo el tiempo de recuperación que necesita. Tenga esto en cuenta y hable con su médico antes de volver a su entrenamiento habitual.