Si eres un corredor frecuente, lo más probable es que estés familiarizado con el síndrome de dolor patelofemoral (PFPS), o la rodilla del corredor, como nos gusta llamarla. El estrés de correr puede provocar una irritación importante en la zona donde la rótula descansa sobre el fémur. Hemos reunido cinco consejos para evitar esos dolores agudos y repentinos asociados con la rodilla del corredor.
- Corre sobre superficies más blandas como césped, senderos boscosos, arena o incluso nieve. Diferentes superficies proporcionan un impacto diferente en las articulaciones. Si corres constantemente por aceras y caminos pavimentados, considera mezclar algunas de esas otras superficies o cambiar algunas carreras al aire libre por sesiones en cinta rodante.
- Asegúrese de usar el calzado adecuado para su tipo de pie y forma de andar. Esta es una buena regla general: si duelen en tu sala de estar, definitivamente te dolerán en la carretera. Además, cuando te pruebes zapatos nuevos, es mejor hacerlo por la noche, después de que tus pies se hinchen un poco a lo largo del día.
- Fortalecer los cuádriceps y estirar los isquiotibiales y las pantorrillas evitará la pronación excesiva.
- Reduzca el kilometraje y las actividades de flexión de rodillas: ¡al disminuir la carga de trabajo de la rodilla, más rápido podrá sanar!
- Busque productos principales Rodillera envolvente de neopreno. Para distensiones menores, esguinces y afecciones artríticas, el forro suave permite comodidad y compresión ajustables. Este artículo cuenta con tirantes en espiral internos para aumentar el soporte medial y lateral y una almohadilla de fieltro reposicionable que ayuda al seguimiento rotuliano.