Usar buenos hábitos para aliviar y evitar el dolor de cuello
El dolor de cuello puede ser un problema extremadamente frustrante al intentar dormir. Si bien a nadie le gusta sufrir dolor de cuello durante las horas de vigilia, el dolor nocturno es especialmente dañino, porque el dolor puede causar falta de sueño y la falta de sueño puede causar más malestar. Teniendo esto en cuenta, es importante minimizar el dolor mediante buenas prácticas al dormir y complementar esos hábitos con una almohada que le ayude a controlar el dolor.
Terapia de temperatura: ¡Calientalo y enfríalo! El calor puede aumentar el flujo sanguíneo y aliviar la rigidez. Puedes usar una bolsa de agua caliente, una ducha caliente o una toalla mojada para aliviar un poco la tensión (no hagas esto por mucho tiempo, ya que demasiado calor puede exacerbar tus síntomas). Puedes continuar con esto enfriando tu cuello (o saltar directamente a este paso). Paquetes de hielo puede ayudar a adormecer el dolor y reducir la hinchazón. Aplique una bolsa de hielo (ya sea casera o comprada en la tienda) en su cuello durante 10 minutos.
Mantenga su trabajo al nivel de los ojos: ¿Llegas a casa del trabajo con un fuerte dolor de cuello? Es posible que desees ajustar tu “nivel de los ojos en el trabajo”. Las personas pueden lastimarse el cuello si miran hacia abajo o hacia arriba en su trabajo con regularidad. Si estás llenando estantes o bajando cosas todo el día, deja de estirar el cuello y tómate el tiempo para conseguir una escalera. Si está mirando un monitor todo el día, encuentre una manera de elevar su trabajo al nivel de los ojos: pídale a su gerente de oficina un monitor ajustable o adopte un enfoque de bricolaje y apile su monitor sobre un libro de texto resistente.
Posición para dormir: Dormir boca arriba o de lado es la mejor manera de minimizar la posibilidad de desarrollar o empeorar su dolor de cuello. Dormir boca abajo en realidad arquea la espalda, ejerciendo una presión innecesaria sobre la columna. Esta posición también requiere que mantengas la cabeza girada hacia un lado para poder respirar, lo que provoca rigidez y dolor intensos en el cuello.
Elija la almohada adecuada: Esto se relaciona con el paso anterior: ¡no todas las almohadas son iguales! De hecho, una almohada incorrecta puede empeorar el dolor de cuello. Las almohadas demasiado gruesas (o altas) hacen que el cuello permanezca en posición flexionada durante la noche y pueden provocar una mañana miserable. Su almohada debe tener suficiente flexibilidad para que su cabeza se hunda un poco y no en una posición elevada. Además, puedes buscar una almohada que mantenga la curva natural de tu cuello; básicamente, ¡quieres evitar que tu cuello trabaje toda la noche solo para dormir! Por último, manténgase cómodo cuando viaje: las almohadas de viaje pueden ayudarle a mantener la comodidad y el apoyo cuando esté erguido en un tren, avión o autobús. Tenga en cuenta este consejo para ayudar a prevenir y minimizar el dolor de cuello. ¡Con buenos hábitos y la ayuda de herramientas como almohadas y bolsas de hielo, puedes ayudar a mantener tu cuello feliz y sin dolor!