Cómo hemos evolucionado: la evolución de la postura
- No somos tan diferentes de otros primates. Casi todos los demás primates pueden sentarse erguidos, muchos primates pueden estar de pie y algunos incluso pueden caminar erguidos (brevemente). Otros primates, como los chimpancés, han evolucionado hacia una postura erguida.
- Caminar erguido ayudó a la supervivencia humana. Algunos de los beneficios de supervivencia de caminar erguido incluyeron alcanzar frutas y ramas bajas, tener las manos libres para transportar alimentos, suministros y bebés, y ayudar a los humanos a atravesar rápidamente espacios abiertos. La capacidad de mantenerse erguidos también permitió a los humanos parecer más grandes y amenazadores para los depredadores.
- La evolución humana es imperfecta. La evolución ocurre a lo largo de millones de años y algunos de los beneficios enumerados anteriormente son los efectos de nuestra evolución hacia el bipedalismo. Sin embargo, el proceso es imperfecto. El efecto de la gravedad sobre la columna erguida ha provocado dolores de espalda exclusivos de nuestra especie y lesiones como hernias discales, artritis y problemas en los pies.
- Es posible que todavía estemos evolucionando. Dado que la evolución se produce a lo largo de millones de años, es imposible presenciarla. Sin embargo, aspectos como la resistencia a las enfermedades, la capacidad de digerir la leche y el color de nuestros ojos en realidad indican que todavía estamos evolucionando. El tiempo lo dirá: cuando nuestros ancestros lejanos nos recuerden, ¡pueden señalar nuestro estatus para resaltar las diferencias entre nosotros y ellos!